6/28/2011

TUPE, MILENARIA CULTURA VIVA EN LA SIERRA DE LIMA

Por: Iván Reyna Ramos - Diario Expreso

Tupe, que en lengua Jaqaru significa “juntos, tupido, pegado”, está conformado en su mayoría por mujeres guerreras que viven la costumbre ancestral del matriarcado. Las tupiñas siempre fueron mujeres indómitas, que ni incas ni españoles pudieron someterlas porque se defendieron con piedras, sacando chispas al impactar a sus enemigos, y usaron su lengua viperina inflamada de insultos contra los invasores que, por desgracia, siempre fueron hombres. Pero lo asombroso es que esta nación milenaria existe en la sierra limeña, en Yauyos, a seis horas al sureste de la capital.

Enterados de esta cultura viva, viajamos acompañados de la estudiante de lenguas indígenas del Perú, Ersi Jimena Goñas Huamán. De San Vicente de Cañete seguimos la carretera a Yauyos, y en el distrito de Catahuasi hicimos el desvío al sur que conduce al pueblito de Aiza. Entonces se sigue un caprichoso camino empedrado que lleva unas dos horas hasta Tupe. Una bandera de la lengua jaqaru flamea a un lado de la plaza. La población es de casi mil habitantes. Sus casas se levantan de piedras y adobes. Nos invitan arroz con queso frito, papas sancochadas a discreción, y mate de coca para la sed, el cansancio, el sueño, preciso para los 2,800 metros de altitud.
A Tupe llegan peregrinos caminantes y también científicos como el caso del antropólogo Manuel Portugal Aponty, quien pacientemente estudió la vida de este pueblo que por naturaleza se muestra celoso ante los foráneos. Aún así, dice el investigador, que “las tupiñas son expertas en la lucha libre andina, en sus danzas levantan en vilo a los varones, lanzándolos contra el piso, dejando en claro que ellas son las que mandan y que los hombres pasan a ser colaboradores suyas en las tareas domésticas”. Así, ya están cerca de celebrar los primeros días de agosto la fiesta de la herranza (ritual del apareamiento, marcado y colocación de borlas en la oreja del ganado). En la fiesta abunda su típico licor llamado “quemadito”, y bailan el tradicional “wakataki” (fiesta de la vaca).

Llama la atención su atuendo de colores rojo indio. Marlene Atanasia Ángeles, quien vive en Aiza, es la encargada de diseñar los vestidos. Primero manda a elaborar la tela en Gamarra, y luego los confecciona bajo el modelo escocés, adoptado en 1960. Se trata de una falda sujetada por una faja gruesa pegada a la cintura. Encima va otra cinta llena de borlas multiculores, y bien pegada a la cadera llevan su arma secreta: la “huaraca” (especie de honda que sirve para lanzar piedras). Portan la “iliclla”, manta que sirve para cargar niños. Cubren su cabeza con un tocado, que por las formas de nudos y colores, diferencian su estado civil. Protegen sus pies con unos mocasines llamados “shucuy” en base a pieles de res. En las fiestas de gran solemnidad, llevan en el pecho unos discos grandes de plata llamados “topos”, acompañado de su vestido original de hace 500 años llamado “anako”.

Pero el doctor Portugal hace otras revelaciones sorprendentes. Dice que las tupiñas “tienen la costumbre de trabajar inmediatamente después del parto, mientras el varón se queda en cama quejándose de los dolores imaginarios. Ellas entablillan la cabeza del recién nacido produciéndole deformación artificial del cráneo, para que en su vida adulta pueda cargar hasta 100 kilos sobre su cabeza”. La prueba está en que semanalmente bajan a pie cargadas de productos lácteos, quesos y papas al mercado de Catahuasi. Un recorrido de 20 kilómetros en seis horas.

Como dato adicional, aquí sus habitantes todavía hablan en su propia lengua materna: el Jaqaru. Y en el anexo de Cachuy tienen otra lengua materna conocida como Kawki. Según los estudios de la lingüista norteamericana Martha J. Hardman establece que el aymara, el jaqaru y el kawki son las tres lenguas vivas de una misma familia que ella denomina jaqi. Así de extraordinario y único es el origen, la historia, la vida de Tupe, un pueblo con identidad propia.

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

Que tipo de politicas publicas se deben dar para la protección de los conocimientos tradicinales vigentes en TUPE