A fojas cero vuelve el juicio seguido en contra del asesino en serie que comenzó su racha de muertes en Cañete, conocido como el Apostol de la Muerte, Pedro Pablo Nakada Ludeña. La decisión fue tomada por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte de Huaura.Según el análisis de forma de la sentencia dada el año pasado, se advierte que esta no cumple con la garantía constitucional referida en el numeral cinco del artículo de la Constitución Política, es decir, la obligación de la motivación escrita de todas las resoluciones judiciales, de modo especial las sentencias condenatorias.
Se toma como referente el proceso constitucional de Habeas Corpus a favor de Giuliana Llamoja, hija de un juez, acusada de asesinar a su madre a cuchillazos en medio de una discusión, en el que señala una indebida motivación que puede ser aparente o insuficiente.
Los Vocales advierten que en la sentencia expedida por el Juzgado Penal Colegiado Transitorio, no se sustenta cada uno de los hechos materia de imputación y contenidos en la acusación fiscal, tampoco son explícitas las razones o motivos que han tenido los juzgadores para llegar al convencimiento y condenar al acusado señalando que éste ha reconocido su responsabilidad penal.
Tomado del diario ENFOQUES
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