Al sur de lima, entre los kilómetros 60 y 70 se encuentra una zona que ha sido habitada por los peruanos desde hace 6000 años, Chilca y Puerto Viejo, cuyos pobladores están entre los primeros horticultores. Este antepasado peruano logro dominar el desierto sin alterar el medio ambiente, sin destruirlo ni afectar a la flora y fauna de la zona, en una forma civilizada. Chilca y Puerto Viejo es una zona con muchas riquezas culturales y ecológicas. Alberga un sistema milenario de cultivos en medio del desierto, restos arqueológicos de distintas épocas prehispánicas, alberga una gran biodiversidad, también es centro peregrinaje de los amigos que creen en el contacto con seres de otro mundo OVNIS.
A continuación describiremos brevemente todo lo que se perderá si es que la población civil sigue permitiendo que algunas autoridades y traficantes de terreno se adueñen de la riqueza que le pertenece a todos los peruanos.
Potencial turístico amenazado. La riqueza histórica de los habitantes de Chilca hoy en día al igual que la de casi todo el Perú está abandonada y en algunos casos en peligro de ser destruida. No existe un museo de sitio adecuado para albergar y proteger las piezas arqueológicas, vasijas, huacos, restos fósiles, vestimentas, instrumentos musicales. Además se carece de una política de difusión de la cultura que genere ingresos mediante el turismo, para preservar, mantener y realizar investigaciones.
Chilca carece de una infraestructura y una política que preserve y difunda toda su riqueza histórica, actualmente los pocos restos arqueológicos que quedan de una gran colección del antiguo museo de chilca, están almacenados en una biblioteca municipal y en el taller de un artista plástico, sin las condiciones adecuadas para su conservación.
Las autoridades no generan políticas de difusión de estas pequeñas colecciones, y mucho menos invierten en un museo de sitio que podría generar ingresos para la comuna.
Las playas de Puerto Viejo han sido cerradas ilegalmente al público en general en toda la zona norte, centro y el 50% de la zona sur, por los propietarios de los condominios de playa. La ley estipula que las propiedades de playa deben estar a no menos de 300 metros de la línea de alta marea, y que se debe dejar un pase libre cada 300 metros para el acceso del público en general. Realidad que no se aplica, ya que las tranqueras y personal de seguridad particular no permiten el acceso. Apropiándose de grandes extensiones de playa.
Hasta la década del 90 se desarrolló un turismo diferente en Puerto Viejo, exactamente en la playa Las Brujas, situada en la zona norte de la bahía de Puerto Viejo; nos referimos al turismo Místico, donde grupos de personas venían a realizar sus contactos con seres de otro mundo y OVNIS, este turismo ha sido cortado de raíz, al no permitírsele el acceso a las playas, además del turismo de trekking, que desarrollaba caminatas desde Chilca hasta Puerto Viejo, teniendo como punto de descanso o campamento la playa Las Brujas, hoy cerrada al público en general.
Dominio del desierto sin destruirlo. Desarrollo de una Ecocultura.. Habíamos comentado que el hombre de Chilca domino el desierto sin destruirlo, inventando las famosas Hoyadas o Wachaques, que son chacras de 3 a 4 metros de profundidad, escavadas hasta el nivel de la napa freática, en medio del desierto, logrando generar un microclima ideal para sus cultivos como el pallar, algodón, y la lúcuma.
Pero este sistema también se uso para otro tipo de producción, más al sur de Chilca se encuentran los humedales de Puerto Viejo, que empiezan en la zona de las lagunas de las Salinas.
En la parte sur de Puerto Viejo encontramos una serie de lagunas en forma de media luna, paralelas, que siguen el trazo geológico, delineada por el desnivel de una antigua playa fósil.
Estas lagunas son creadas por el antiguo hombre de Chilca, cercadas por grandes montículos de arena a manera de dunas. El propósito de estas lagunas fue el cultivo de totora y junco para sus embarcaciones, para sus productos y para sus muros y techos de viviendas. Se trata de una importante obra pública que debió demandar una gran cantidad de mano de obra.
Creación de los Paisajes Culturales, las primeras obras públicas del antiguo peruano.
Moldearon el paisaje de una forma inteligente, sin destruir la flora y fauna, y generando lugares con microclimas óptimos para la proliferación de la vida natural y vegetal, lugares que hasta hoy en día son usados por los habitantes para sembrar la totora y junco, por los birdwachers para observar aves, y por los turistas para recrearse en medio de un agradable lugar.
Este tratamiento paisajístico a sido denominado por la doctora María Rostworowski, como Paisajes Culturales, ya que si bien, a primera vista, percibimos un paisaje natural, en realidad la mano del hombre a hecho una modificación casi imperceptible que se mimetiza con la naturaleza sin dañarla. En ello reside uno de los valores excepcionales de estas transformaciones territoriales paisajísticas que manejo el antiguo hombre peruano.
Ejemplo que hoy en día hemos olvidado, y que muy por el contrario tratamos al territorio como si cada porción fuera una unidad independiente, sin relación con el resto del paisaje, ejerciendo un derecho equivocado a llenar de concreto todo, a rellenar de desmonte lugar como los humedales para poder construir una casa de ladrillos y columnas, cercar con alambres de púas grandes áreas, con el aval de las autoridades, que en muchos casos son los principales traficantes de terrenos y que lucran con la necesidad de la gente pobre.
Carencia de autoridad y presencia del Estado. Los traficantes de terrenos movilizan a la población más necesitada para invadir terrenos de propiedad del estado, en Chilca y Puerto Viejo, donde albergan toda la riqueza que hemos descrito, el resultado es la destrucción de los humedales y Wachaques.
Es lamentable ver como recorriendo un área natural protegida por el Estado como los Humedales de Puerto Viejo, que está actualmente declarada como zona reservada, tiene zonas cercadas con alambres de púas, con letreros de ladrillos que indican que es propiedad privada de alguien que en algún momento pagara algún derecho municipal, por unos cuantos miles de soles, para luego lucrar y ganar varios millones de dólares en un negocio tan lucrativo como es la destrucción de las áreas naturales con lujosas casas de playa.
Conclusiones. Debemos cambiar nuestra concepción del entorno que nos rodea, y esta concepción debe partir principalmente de la población civil, esa gran masa heredera de las riquezas que alberga nuestro país; también de las autoridades, un área natural no debe ser concebida como un Parque, esos que encuentras en la esquina de tu barrio, un área natural en algunos casos es todo el valle donde habitas, no es una pequeña porción de tierra, no es media laguna, y la otra porción de laguna es propiedad privada y con derecho de los propietarios a echar desmonte y materiales contaminantes.
Un área natural es un ecosistema que puede abarcar todo, el agua, el aire, la tierra, la vegetación y los animales que se interrelacionan, y que necesitan que no se les corte el flujo, que no se les construya una carretera a mitad del área, como en el ANP de Puerto Viejo, donde hay una carretera, ilegalmente construida a mitad del área natural protegida por el Estado Peruano, cortando todo nexo para la fauna y flora del lugar, aislándola.
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