5/11/2010

CAÑETANO FUE FUSILADO EN CAMPOS DE CONCENTRACION NAZI DURANTE EL HOLOCAUSTO

Lima, 10 may (EFE).- Fueron 22 y sus historias, teñidas de horror y heroísmo, han sido rescatadas de más de seis décadas de olvido por el periodista peruano Hugo Coya, autor del libro "Estación final".

Después de una intensa pesquisa de cinco años, Coya ha logrado reconstruir la historia desconocida de los peruanos que fueron víctimas del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.

Pero el autor va más allá y también pone en evidencia uno de los episodios más negros del Perú del siglo XX, al confirmar que la tan mentada "neutralidad" del país no fue tal y sus autoridades se decantaron, más bien, por la afinidad con el fascismo y el nazismo.

Según relató Coya a Efe, su trabajo nació tras visitar en octubre de 2004 el campo de concentración de Auschtwitz, en Polonia, "un lugar muy grande, tenebroso", que lo llevó a preguntarse si entre las víctimas había peruanos.

Asombrado comprobó que nunca antes se había investigado el tema y tras revisar las listas en las computadoras que hay en ese antiguo campo de exterminio descubrió que Perú aparecía con 22 víctimas.

22 PERUANOS EN EL HOLOCAUSTO
"Me quedé sorprendido porque para mí, y creo que para la gran mayoría de los peruanos, la Segunda Guerra Mundial es un acontecimiento que ocurrió en Europa y donde a nosotros se nos enseña que fuimos observadores secundarios", afirmó.

A partir de ese momento, Coya comenzó una investigación que lo llevó a países como España, Francia y Turquía, así como a consultar una serie de fuentes documentales y electrónicas.

Algunas de estas últimas, como Facebook o Google, fueron decisivas al momento de encontrar a descendientes de los peruanos o para hallar documentos y traducciones de idiomas diversos.

Publicado por el sello Aguilar, "Estación final" relata memorables historias de judíos peruanos como los hermanos limeños Eleazar y Jabijo Assa, que fueron enviados junto a sus familiares a los campos de concentración de Drancy y Sobibor.

En Sobibor se concretó la única fuga de prisioneros de un campo de concentración, liderado por el ruso Alexander Pechersky, conocido como Sasha, y cuya historia ha inspirado libros y películas.

Sin embargo, en ninguna de esas obras aparecen los Assa, quienes no participaron en los planes de fuga, pero cuando esta se inició no dudaron en abrir las puertas del campo, lo que les costó la vida.

SANLUISINO Y SU FAMILIA FIGURAN ENTRE LAS VICTIMAS
Igual de dramática y conmovedora es la historia del peruano Héctor David Levy, quien figura en el Memorial de la Shoá como nacido en la francesa Saint Louis, cuando en realidad vino al mundo en San Luis de Cañete, al sur de Lima, según confirmó Coya al encontrar su partida de nacimiento.

Veterano del Ejército francés en la Primera Guerra Mundial, Levy fue llevado junto a su esposa y sus dos pequeños hijos a Drancy, al noroeste de París, y luego a Auschwitz-Birkenau, donde sus familiares perecieron en la cámara de gas. Él permaneció con vida hasta el 4 de abril de 1944, cuando fue fusilado.

Coya también reconstruye la historia de los primos limeños Jaime, Rosita y Florita Lindow, descendientes de rusos y residentes luego en París, donde fueron detenidos cuando ya pasaban los 60 años, por lo que fueron "gaseados" ni bien llegados a Auschwitz.

PERUANOS DIERON DURA PELEA A LOS NAZIS
Entre estas trágicas historias, la de Magdalena Truel estremece por tratarse de una católica limeña que, a pesar de haber quedado lisiada tras ser atropellada por un camión de militares nazis en una calle de París, se unió a la resistencia francesa.

Magdalena, una estupenda falsificadora de documentos, permitió con su acción que decenas de soldados norteamericanos e ingleses se infiltraran entre los alemanes.

Llegó a publicar en París el libro "El niño del metro", pero en junio de 1944 fue detenida por los nazis y resistió torturas, prisiones y trabajos forzados hasta que, a pocos días de la rendición alemana, fue víctima de la "Marcha de la muerte".

El esfuerzo del periodista peruano, actual productor general de prensa de la cadena local América Televisión, fue premiado al encontrar a Victoria Weissberg, apellidada Barouh de soltera, a la postre la única peruana sobreviviente del holocausto.

Con 85 años y residente en Estados Unidos, Victoria relató su historia a Coya y recordó que estuvo en Drancy, de donde fue enviada a Auschwitz, campo del que salió con vida contra todo pronóstico.

Tras estos años de investigación, Coya asegura que su libro, que será presentado el próximo miércoles, confirma que "el nazismo sigue vivo" e insertado "en la mente de los autoritarios, de los demagogos, de aquellos que no creen en los diferentes".

"Para mí la primera lección y la más importante de este libro es recordarnos que hay gente que sufrió y padeció ese nazismo y que si nosotros no los conocemos y los olvidamos corremos el riesgo de que esto se vuelva a repetir", concluyó.

1 comentario:

Miguel Castillo dijo...

Excelente publicación, relata el cruel y sanguinario exterminio de los judios por parte de los nazis, impresionante no sabia que hubieron 22 compatriotas nuestros, es un hito negro de nuestra historia, ojala jamas ocurra algo similar.