
El desacato habría sido producto a que los dueños aducen tener proceso judicial todavía pendiente de resolución.
En líneas generales, el principio de autoridad de la Municipalidad Provincial de Cañete está venido a menos, recordemos que en plena Plaza de Armas se dio un incidente parecido donde se clausuró una pollería y a las horas la misma seguía laborando. El problema no sólo radica en la falta de fuerza sino sobretodo que al interior del ente edil no se trata con criterios iguales a los contribuyentes. Un caso al respecto da cuenta de dos chicharronerías en la Av. Dos de Mayo, las dos laborando en condiciones precarias: el mismo ente había otorgado a una licencia de funcionamiento provisional y a la otra se le denegó y clausuro - a pesar que las dos estaban juntas una de otra y pertenecían a la misma familia-.
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