Más de mil damnificados se dieron cita en la Plaza de Armas de San Vicente y marcharon por las principales calles de la ciudad protestando por la ineficiencia del Gobierno para implementar acciones de reconstrucción. Provenientes de centros poblados de diversos distritos, los protestantes marcharon pacífica pero decididamente siendo resguardados por los efectivos del orden.
En jugada maestra, Alvarado se sumó a la marcha luego que los reclamantes lo fueran a buscar hasta las instalaciones del Auditorio Municipal “Jesús Garro Muñante” en donde sostenía una reunión. Con ello el burgomaestre se quitaba del punto de mira y dejaba su ambigua posición, asumida luego que su gestión también fuera señalada como responsable de la demora en la llegada de los bonos.
En alocución el alcalde prometió iniciar una agresiva campaña de fiscalización a las ferreterías que alzaron los precios de los materiales de construcción. ¿Y la ley de mercado?
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