Al parecer como negociador Javier Alvarado es un buen productor de vinos. Por enésima vez el accionista mayoritario se queda con los crespos hechos luego que hoy en Junta General de Accionistas se ratificará a Erly Lázaro como presidente del directorio de dicha Empresa.
La decisión fue tomada a pesar que al aprista le cayo maleteo de todo tipo. Sobretodo de los alcaldes alvaradistas como Cerro Azul y Lunahuaná. Ahora, hay que reconocer, sí, que a luz salieron un sinnumero de irregularidades administrativas al interior de la empresa de saneamiento tanto heredadadas como propias de la actual gestión. Cabizbajo, Erly trataba de cubrir sus espaldas y blandía una defensa con poca convicción pero se notaba que la mayoría estaba en su contra y la decapitación estaba cantada.
Sin embargo, la política jugó a su favor. No hay que ser muy análiticos para entender que en una empresa manejada por políticos las negociaciones previas son fundamentales para lograr un objetivo. Y en esto Alvarado ha demostrado ser una completa nulidad.
Cuando Alvarado llevó a votación de los accionistas la ratificación o remoción de Lázaro se logró alcanzar una votación a favor de la decapitación de 39.86% (San Vicente, San Antonio, Cerro Azul, Lunahuaná y Santa Cruz de Flores) y de la permanencia 34.74% (Imperial y San Luis) con la abstención del tercer accionista mayoritario, Mala y de Quilmaná. El aparato legal de la provincial señaló que para hacer efectiva la salida debía alcanzarse por lo menos el 50% se invitó a quienes no eran ni chicha ni limonada a tomar posición.
El primero en hacer uso de la palabra fue Víctor Hugo Carbajal de Mala quien señaló que como a él Erly no le producía ni simpatía ni antipatia pero sobretodo - y he aquí lo fundamental de su toma de posición - como también se le había removido un director sin justa razón anteriormente - De Tomás - votaba por la permanencia. Quilmaná sin más argumentos señaló que lo mismo opinaba. Conclusión: Erly Lázaro continua y Alvarado deberá utilizar otras estrategias para hacerse de Emapa.
¿Quién ganó: Emapa, Erly, Yactayo? ¿Quién perdió: Alvarado, los privatizadores? Incierto. Luego de la salida de su último gerente, Delgado Fernández, Erly Lázaro ha tomado una posición disminuida, fantasmal, propia de quien lleva la corona pero no ostenta el poder. En su contra juegan que el nuevo gerente, Pablo de la Cruz Cajo, al parecer va de la mano con el accionista mayoritario y que al interior de la empresa el director de Alvarado trata de sacar información sensible no por un afan de denunciar y fiscalizar sino para darle en la yema del gusto a quien lo colocó. Es año electoral, el botín se escapa de las manos y si Alvarado no saca debajo de la manga un as se va a quedar sin esa caja chica.
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