Llegará el día en que los más jóvenes, cuando nos vayamos por tierra a alguna ciudad del norte, les contemos a nuestros hijos que en las avenidas del Callao había grandes industrias. Nuestros hijos no lo entenderán, porque seguramente no verán más que grandes complejos residenciales.Eso es lo que podría suceder si el crecimiento de la ciudad, sobre todo el comercial y residencial, continúa asfixiando a las industrias de las zonas industriales tradicionales de la capital, como las avenidas Argentina y Colonial por el norte y Ate y Santa Anita por el este. Si se toma en cuenta que las zonas donde actualmente operan las industrias no fueron diseñadas para tal propósito y que el m2 allí cuesta entre US$400 y US$600, además de que el de las zonas periféricas de Lima, como Chancay, Huacho y Chilca no supera los US$50, podría tener sentido una mudanza.
Sin embargo, pese al incentivo de vender un terreno a mucho mayor precio del que se podría comprar luego –y que serviría para modernizar las instalaciones de la fábrica–, las industrias tienen problemas para encontrar zonas industriales para asentarse, como publicó Semana Económica en su último artículo de portada (SE 1301). Así pues, no existen parques industriales propiamente dichos.
Chancay y Huacho son dos provincias interesantes desde el punto de vista de la conectividad, los servicios y el precio de la tierra, pero están un tanto lejos de Lima. La zona este y norte de Lima Metropolitana está creciendo en complejos comerciales y residenciales, así que el empuje de las industrias es hacia el sur, particularmente Chilca (en Lurín ya no se puede hacer cambios de zonificación hacia industrial).
Existen dos proyectos particulares para crear parques industriales de más de 2 millones de m2 en Chilca. Estos serían parques cerrados, con lotes predeterminados, servicios, habilitaciones y un precio competitivo: alrededor de US$30 por m2. Sin embargo, por el momento si bien Chilca ya ha atraído la atención de varias empresas –principalmente termoeléctricas–, la falta de servicios de la zona impide un mayor desarrollo industrial. El fomento de parques industriales es trascendental para que la industria salga de la ciudad y permite que ésta siga creciendo a su ritmo; para ello, el Estado debe apoyar la habilitación de zonas. Todos ellos, hasta el momento, son casos en los que se viene trabajando, para que, probablemente, en los próximo años el Perú ya pueda contar con su primer parque industrial moderno de nivel internacional.
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