Muchos chilcanos se han sentidos aliviados por la renuncia de la Empresa de Generación Eléctrica de Chilca, S. A. (EGEChilca), subsidiaria de TRACTEBEL, a la construcción de un proyecto severamente cuestionado. Recordemos que la planta, localizada cerca a la playa San Pedro y Las Salinas, tenía como objetivo la generación de electricidad utilizando como energía el gas natural y las aguas del mar chilcano para el enfriamiento total de las instalaciones. Ello motivó la formación del Frente de Defensa del Mar y Las Lagunas de Chilca quien alertaba sobre los daños ambientales que se generarían con la elevación de las temperaturas del mar producto de la devolución de las aguas utilizada.
El Frente de Defensa no dudo en acusar que tanto la Municipalidad Provincial como la distrital de Chilca allanaban el camino para que el proyecto cuaje a la brevedad posible.
La renuncia de Egechilca sin embargo no es más que la víctoria a una batalla puesto que la guerra todavía se cierne sobre los chilcanos puesto que el Gobierno quiere sí o sí la planta.
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