La Municipalidad Provincial ha iniciado el reordenamiento del comercio ambulatorio en las inmediaciones del Mercadillo de San Vicente. Lamentablemente la estrategia de la Gerencia de Servicios Públicos no es de las mejores. Con el rabo entre las piernas han debido retroceder los efectivos de la Policía Municipal y Serenazgo luego de intentar desalojar algunos puestos en plena mañana, cuando la totalidad de comerciantes cerrando filas con sus compañeros no dudaron en enfrentarse con palos y piedras.El problema del hacinamiento creado por los comerciantes no es un problema reciente tiene larga data. Por lo que requiere que para su erradicación no sólo se utilice la fuerza sino sobretodo la inteligencia. Los ambulantes tampoco son santos puesto que más de uno tienen puestos formales e informales los cuales traspasan y alquilan a su antojo.
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