
La película cuenta la historia de unos crímenes cometidos por un fanático religioso, el ‘extirpador’ del título, en una trama que aborda la colisión cultural, la discriminación, la intolerancia y el abuso, como lo describe el propio director.
La primera parte del rodaje se realiza en Huancaya, Yauyos, a las afueras de Lima. “Ahí acabamos de grabar y el resultado ha sido excepcional. La locación se ha integrado orgánicamente al proyecto y podríamos decir que se convierte en un personaje más”, nos cuenta Manuel Siles.
Las grabaciones de Extirpador de idolatrías continuarán en estos días, y si todo va como planean los realizadores, se completará a mediados de setiembre. Además de Huancaya, se grabará también en Lima, en Pacahacamác y en San Bartolomé.
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