
Una de las partes, liderada por quien fuera el presidente del directorio, José Lévano, desconoció el leonino acuerdo de venta que en un primer momento aprobó. Ni cortos ni perezosos tres de los directores privatistas por mayoría vacaron a Lévano y procedieron a inscribier en Registros Publicos como nuevo representante a Paulino Perales López. Sin embargo, cada facción tiene dentro de la empresa tanto defensores como detractores que han llegado incluso a parapetarse en las oficinas de la empresa, debiendo proceder la fiscalía al descerraje.
Si el ilustre Bernardo Ohiggins reviviera armaba maletas y partía pa Chile en menos que canta un gallo, todo con tal de alejarse de dichas actitudes ghandidas...perdon, gandidas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario