La decisión fue tomada a pesar que al aprista le cayo maleteo de todo tipo. Sobretodo de los alcaldes alvaradistas como Cerro Azul y Lunahuaná. Ahora, hay que reconocer, sí, que a luz salieron un sinnumero de irregularidades administrativas al interior de la empresa de saneamiento tanto heredadadas como propias de la actual gestión. Cabizbajo, Erly trataba de cubrir sus espaldas y blandía una defensa con poca convicción pero se notaba que la mayoría estaba en su contra y la decapitación estaba cantada.
Cuando Alvarado llevó a votación de los accionistas la ratificación o remoción de Lázaro se logró alcanzar una votación a favor de la decapitación de 39.86% (San Vicente, San Antonio, Cerro Azul, Lunahuaná y Santa Cruz de Flores) y de la permanencia 34.74% (Imperial y San Luis) con la abstención del tercer accionista mayoritario, Mala y de Quilmaná. El aparato legal de la provincial señaló que para hacer efectiva la salida debía alcanzarse por lo menos el 50% se invitó a quienes no eran ni chicha ni limonada a tomar posición.
El primero en hacer uso de la palabra fue Víctor Hugo Carbajal de Mala quien señaló que como a él Erly no le producía ni simpatía ni antipatia pero sobretodo - y he aquí lo fundamental de su toma de posición - como también se le había removido un director sin justa razón anteriormente - De Tomás - votaba por la permanencia. Quilmaná sin más argumentos señaló que lo mismo opinaba. Conclusión: Erly Lázaro continua y Alvarado deberá utilizar otras estrategias para hacerse de Emapa.
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