Seguimos con los milagros de octubre. Otro que también quiso dejar el autismo fue el consejero regional por Cañete, José Mosto Fonseca. No tuvo mejor tribuna que la plaza de armas de Imperial donde se vanaglorió de más de una labor del gobierno regional.Señaló que existe voluntad política de ayudar a los damnificados pero la misma choca con la falta de capacidad de los funcionarios regionales. Advirtió por ello que fiscalizaría la oficina regional en Cañete.
Mosto supo reconocer que la gestión regional aun no estaba articulada con el interés social de la población.
Esperaremos resultados tangibles y no sólo peroratas.
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