El cómplice del espía peruano huachano, Víctor Ariza Mendoza, sería nada menos que un cañetano. Medios nacionales han empezado a difundir que el sub oficial Justo Ríos Aguilar, detenido ayer por la policía en el aeropuerto Jorge Chávez y pasado hoy a manos del Poder Judicial, sería un coterráneo nuestro.
Ríos Aguilar fue sindicado como uno de los cómplices que formaron parte de los proveedores de información secreta al espía Víctor Ariza Mendoza, porque un documento sobre el Plan de Entrenamiento de las fuerzas especiales de la FAP, fue enviado a Ariza desde su correo electrónico.
Hasta hoy no habían podido detener a este sub oficial, ya que junto a Víctor Buendía Rodríguez y Omar Flores Arrazábal, estaba en proceso de verificación.
Tal y como lo señaló La República, Buendía, Ríos y Flores desempeñaban ocupaciones estratégicas en el sistema de inteligencia de la FAP. Ríos Aguilar se desempeñaba bajo el cargo de técnico inspector y especialista en inteligencia, pero en el último periodo de sus actividades fue enviado a un área de extrema seguridad.
Entre el 2002 y el 2003, Ríos laboró en la Difap. Luego fue enviado a la agregaduría aérea en la embajada de Perú en Colombia, el 2005 retornó a la Difap y el 2006 se le envió al Comando de Operaciones, un organismo altamente sensible, que maneja los planes de guerra de la FAP.
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