PRIMER ACTO:
Es la fiesta de cachimbos de la Universidad Nacional de Cañete. En el
intermedio los cajones, quijadas y guitarras emiten su sonido tribal y
sin que nadie los invite, sin que nadie los empuje, cada uno de los
jóvenes asistentes (cholos, blancos, morenos) empiezan a danzar al ritmo del toromata y no parecen querer parar.
SEGUNDO ACTO:
La hija de cañetanos, la hija de nuestra tierra, la más internacional
de los embajadores culturales de lo afroperuano, Susana Baca de la
Colina, se presenta en el Festival de Forde en Noruega junto a un grupo
de jóvenes cañetanos cuyas fronteras estaban limitadas a sus modestos
ingresos. Los europeos vibran ante el cantar afro cañetano.
TERCER ACTO:
Armados con cuatro cajones y una guitarra acústica seis adolescentes
son ganadores nacionales en la categoría de Ritmos Afroperuanos en un
canal nacional. Son derrotados solamente por el poderio belico :
instrumental y económico de una banda financiada por el Estado. Toque a
Cañete es el ganador indiscutible.
CUARTO ACTO:
Los hijos de
la primigenia capital, otra vez casi unos niños, sanluisinos hacen
vibrar con sones negros al pais hermano andino de Bolivia en al 5ta.
Versión del Festival internaciona de Danzas "Tiempos de Hermandad".
LA OBRA SE LLAMA: "LA ESPERANZA DEL RENACER DE LA CUNA Y CAPITAL DEL ARTE NEGRO PERUANO"
"FELIZ 12 DE AGOSTO , DIA DEL ARTE NEGRO NACIONAL"
Nunca
habían sido tan largo los 10 metros que separaban la habitación de mis
hijos de la puerta hacia la calle. Con dos pequeñines en los brazos y
otro agarrado de mi camisa y su madre cargando a un cuarto recien nacido
surcamos una oscuridad interminable
teniendo como acompañante tras de nosotros el estrépito de artefactos
cayéndose y vidrios rompiéndose. A lo lejos la puerta de fierro se
estremecia y en el lapso que la alcanzaba pensé que no se abriría.
Gracias a Dios no fue así.
Entonces empiezo a escribir y releo la frase y
me doy cuenta que siempre que quiero hacer que cada texto sea la
continuidad de otra cosa, la vida, empiezo con la palabra entonces. Y es
entonces que caigo en la cuenta que nada más ver plasmados
en figuras - letras, signos, espacios - mis pensamientos las ganas de
continuar escribiendo y escribiendo se mantienen inagotables,
interminables, como este gran párrafo que tiene apenas ínfimos islotes ,
puntitos, seguidos que los planto aqui y alla a efectos que puedan ser
lugares de descanso que ayuden a mejor digerir mis frases. ¿Y porqué
escribir y no hablar solamente? ¿No es el verbo el principio de todo?
Tal vez pero sufre de inmediatez su vida es efímera, circunscrita sólo a
la capacidad de quien la oyó. El texto no, se mantiene, vive,
supervive, sobrevive, tiene lo que todos aspiramos eternidad,
permanencia, la inmortalidad. ¿Cuántos escritores que ya no están en
este mundo no viven en sus obras y yo los releeo una y otra vez tratando
de encontrar en ellos respuestas a mis dudas actuales? En fin, pongamos
fin a esto , expurgué a mis demonios por el momento y ahora descansa en
paz mis ansias de escribir, pero son indomables y poco dados a la
quietud, no prometo dejar de teclear y teclear.
