
Tres años se cumpliran en pocas horas desde que las autoridades nacionales prometieron la reconstrucciòn para quienes lo perdieron todo pero que aùn hoy vagan buscando ayuda para siquiera hacerse de un techo que los cobije. Tres años desde que vimos como en calculado movimiento polìtico el Gobierno creo un elefantiàsico ente denominado FORSUR que pretendió hacerse cargo del levantamiento del sur y que al final nada ejecutó. Tres años desde que empresas de transporte subieron los pasajes hacia el sur aprovechando la "demanda". Tres desde que lo mismo hicieran las ferreterías y vendedores de agregados.
En fin, tres años ya. Y como prueba latente y oficial que nada se avanzò y todo se estanco quedan las interminables declaratorías de emergencia que lejos de facilitar la reconstrucción le sirvio a nuestros polìticos para comprar vehículos, pavimentar calles, adquirir terrenos sin previo concurso y sabe Dios recibiendo qué dádivas.
A los 30 o 40 años que tenemos de atraso se sumaron para Cañete luego del 15 de agosto del 2007 por lo menos tres años más. Y mientras hoy por hoy vemos como la danza de los miles de soles y dólares se apodera de las campañas polìticas y las fiestas los damnificados ¡Ay, siguen sufriendo!
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