8/21/2009

SHIRLEY SE ESCONDIO EN SAN MARCOS DE LA AGUADA, PROXENETAS DEL PROSTIBULO CASABLANCA DE CHINCHA LA PERSEGUIAN


Óscar Chumpitaz C. - La República

El asesinato de una mujer joven, cuyo cadáver fue hallado en una maleta oculta en una cueva, frente a la playa La Ensenada, mostró los coletazos de la trata de blanca que opera en Cañete. La víctima fue identificada ayer por la policía, reavivando así el tema de la mafia de la prostitución que se mueve en un mundo donde las ‘traiciones’ se pagan con la muerte.

Shirley Emperatriz Enríquez Tapayuri tenía solo 22 años.

La rosa que tenía tatuada en la cadera fue clave para que una enfermera que la atendió en el hospital Rezzola la reconociera.
Las autoridades informaron que Shirley ejerció el meretricio en el prostíbulo ‘Casablanca’ de Chincha, y luego en el centro nocturno ‘Oasis’, del distrito de Mala.

Las primeras investigaciones de la Policía dan cuenta que la chica, natural de Tarapoto (San Martín), escapó de una red mafiosa que estaría reclutando a jóvenes en la región oriental del país.

“Les ofrecen trabajo en restaurantes y clubes nocturnos, sin embargo, terminan obligándolas a prostituirse”, dijo un oficial.


Sicario la persiguió
La policía informó que Shirley Emperatriz huyó hace unos meses de Chincha y se estableció en la localidad de Mala. Indicaron que debido a que la “organización” la seguía, la joven se ocultó en la comunidad de San Marcos de la Aguada.

En este contexto –según la policía– Shirley no habría sido la única mujer que escapó de la casa de servicios sexuales que funciona en Chincha.

Incluso, las fuentes consultadas por nuestro diario señalan que sicarios de la mafia la encontraron en Mala y dieron una “lección” a las que intentan fugarse.

En ese distrito sureño existen burdeles instalados en plena ciudad y los dueños de los locales solo ganan un pequeño porcentaje.
La gran porción se la lleva la organización que con mano de hierro maneja los destinos de las mujeres y que cada mes las rota por distintos locales para que no intimen con sus clientes y se terminen escapando. En muchos casos estas chicas son menores.
la obligaron a abortar

Los investigadores suman esfuerzos para identificar al homicida. El principal sospechoso sería un proxeneta que la indujo a este mundo de la prostitución.

La enfermera que la identificó (cuyo nombre es mantenido en reserva) dijo que Shirley quedó embarazada hace unos meses y que escapó de Chincha tras ser obligada a someterse a una práctica abortiva.

Explicó que, tras esa intervención, empezó a sentirse mal y siguió un tratamiento en la posta médica de Mala. Sin embargo, debido a las complicaciones fue trasladada al hospital Rezzola de Cañete, donde se identificó con otro nombre.

La mataron en su cumpleaños
1] El 10 de agosto último, Shirley Emperatriz cumplió 22 años de edad. Ese día estuvo en el local Oasis, ubicado en la antigua Panamericana Sur, jurisdicción del distrito de Mala.

2] Fue la última vez que la vieron con vida. Sin embargo, en la comisaría del distrito no existe ninguna denuncia sobre alguna persona desaparecida con esa identidad.

3] La chica trabajaba identificándose con su nombre de pila, pero también se hacía llamar ‘Johanna’ o ‘Dulce’, según las investigaciones realizadas por agentes de la División de Investigación Criminal y el doctor Elvis Cueva Villanueva, representante del Ministerio Público.

4] Walter Enríquez y Sara Tapayuri, padres de Shirley, residen en la localidad de Tarapoto, región San Martín. Ellos se dedican a la agricultura y no tienen los recursos económicos necesarios para trasladarse a Lima.

NOTA DEL DIRECTOR: Hace pocos meses se abrió una sucursal del Casablanca chinchano aquí en San Vicente. Los encargados del negocio al parecer saben sacar provecho del oficio más antiguo de la tierra pues las instalaciones edificadas son modernas. Tal ha sido la prosperidad de la "empresa" que los administradores no han dudado en poner una agresiva campaña publicitaria en medios de la localidad.

1 comentario:

  1. Anónimo4:55 p. m.

    estoy busscando a ese cabron miserablle que mato a mi hembrita.

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