Hola Paisanos Unidades sucias, llantas que ya se les “ve” el aire, combis destartaladas, boleteros y choferes con la misma ropa con la que duermen toda la semana, enemigos del jabón, etc. , etc., además, del casi acostumbrado soez lenguaje con el que nos acompañan el viaje, es el panorama que brindan los señores “empresarios del transporte urbano”. Claro que si reclamamos mucho o las autoridades pretenden ponerlos en cintura, ellos amenazan con un paro y ya. Resuelto el asunto.
Es el eterno cuento del huevo y la gallina. Si no me pagas el pasaje completo ¿cómo quieres que mejore mi unidad?. El pasajero piensa:si no me brindas un buen servicio ¿cómo quieres que te pague más?
Lo cierto es que, el que pretende brindar un servicio debe hacerlo en las mejores condiciones, así el pasajero recibe un buen servicio y no tendría salida para negarse a pagar un pasaje justo.
No solo son las combis Imperial - San Vicente, lo son las otras rutas, en especial la línea de colectivos que hacen la ruta Imperial Quilmaná, esos vehículos tienen mucho parecido a un chiquero.
Pero ¿porqué son los usuarios los que tengan que reclamar? ¿No son acaso las autoridades municipales y/o policiales las encargadas de que el Reglamento Nacional de Tránsito se cumpla?
Ya hay que dejar de estirar la mano para pedir, hay que estirarla para sancionar a aquellos que no cumplen con brindar el servicio al que se comprometieron al momento de recibir la concesión.
El pronunciamiento de los vecinos y usuarios debe ser presentado ante la mesa de parte del municipio respectivo para que quede evidencia del reclamo. Más tarde, aquellos que pretendan ser autoridad puedan ser encarados por su desidia, poca transparencia e incumplimiento de promesa electoral. Basta ya de autoridades indiferentes ante sus electores. Nuestro mejor castigo es ignorarlos. Jorge Luyo Yaya
Hola Paisanos
ResponderBorrarUnidades sucias, llantas que ya se les “ve” el aire, combis destartaladas, boleteros y choferes con la misma ropa con la que duermen toda la semana, enemigos del jabón, etc. , etc., además, del casi acostumbrado soez lenguaje con el que nos acompañan el viaje, es el panorama que brindan los señores “empresarios del transporte urbano”. Claro que si reclamamos mucho o las autoridades pretenden ponerlos en cintura, ellos amenazan con un paro y ya. Resuelto el asunto.
Es el eterno cuento del huevo y la gallina. Si no me pagas el pasaje completo ¿cómo quieres que mejore mi unidad?. El pasajero piensa:si no me brindas un buen servicio ¿cómo quieres que te pague más?
Lo cierto es que, el que pretende brindar un servicio debe hacerlo en las mejores condiciones, así el pasajero recibe un buen servicio y no tendría salida para negarse a pagar un pasaje justo.
No solo son las combis Imperial - San Vicente, lo son las otras rutas, en especial la línea de colectivos que hacen la ruta Imperial Quilmaná, esos vehículos tienen mucho parecido a un chiquero.
Pero ¿porqué son los usuarios los que tengan que reclamar? ¿No son acaso las autoridades municipales y/o policiales las encargadas de que el Reglamento Nacional de Tránsito se cumpla?
Ya hay que dejar de estirar la mano para pedir, hay que estirarla para sancionar a aquellos que no cumplen con brindar el servicio al que se comprometieron al momento de recibir la concesión.
El pronunciamiento de los vecinos y usuarios debe ser presentado ante la mesa de parte del municipio respectivo para que quede evidencia del reclamo. Más tarde, aquellos que pretendan ser autoridad puedan ser encarados por su desidia, poca transparencia e incumplimiento de promesa electoral. Basta ya de autoridades indiferentes ante sus electores. Nuestro mejor castigo es ignorarlos.
Jorge Luyo Yaya