12/04/2006

PLUMA INVITADA - Negros cimarrones en Cañete


Para nadie es desconocido que en la historia universal y particularmente en la historia americana, la trata de negros fue una salvaje conducta de “negreros” comerciantes.
El llamado descubrimiento de América en 1492 trajo repercusiones de todo tipo; una de ellas, la necesidad de mano de obra al servicio de los colonizadores; y esa necesidad hizo que se pusieran los ojos en el continente africano. Aparece así la trata de negros.
Captados en reales e inhumanas cacerías en diferentes partes de Africa, eran vendidos, comercializados en estas tierras americanas (Cuba, Jamaica, Perú, México, América del Norte etc.) a los mejores postores, en típicas subastas, para luego ser puestos a trabajar en las minas, en labores agrícolas de sembríos de algodón, cacao, caña de azúcar, café , en labores domésticas, y otros menesteres.
Ni qué hablar de esas travesías, de esos modos, formas y circunstancias en que recorrían los mares: amarrados, encadenados, engrilletados unos a otros, sí, en las bodegas de las barcazas de aquéllos tiempos, unos encima de otros, expuestos a los radicales cambios de temperaturas, frío, lluvias y calor intenso fenómeno que les producía enfermedades y , las horribles variadas formas de perder la vida, muertes por diversas causas: reales tragedias humanas con miles de tumbas flotantes, a lo largo de los viajes transatlánticos.

Al llegar a Perú se produjo el movimiento de los cimarrones
Eran éstos, “los esclavos rurales que huían de la plantación hacia el monte” al no aceptar las tropelías, y se refugiaban en lugares especiales de difícil acceso que se han conocido con el nombre de palenques. Buscaban su libertad y de hecho la fomentaban.
Cimarrones hubieron en todo lugar donde existieron asientos de negros, incluyendo a Cañete. Fueron los que realizaron las revueltas organizadas contra el poder esclavista asentado en sus comarcas; mas tarde los vemos integrados a la lucha insurreccional en pro de la independencia de sus pueblos. Encabezaban las fuerzas de rebeldía, las clásicas “cimarronadas”. Lo interesante es que actuaron inmersos dentro de un paralelismo histórico. Sus conductas fueron idénticas en tiempos y lugares diferentes, en América del Sur, Centro América etc.
El ansia de libertad que todo humano encierra en su mente y su corazón, sin ser esto patrimonio de colores, los unía en una bendita visión a manera de un hilo que la Historia no debe dejar de olvidar.
Demás está decir que fueron buscados, perseguidos por los amos o capataces y cimarroneros; y cuando eran encontrados les sobrevenían severas torturas, como la marca con el carimba; y muchas veces les alcanzaba la muerte como consecuencia de inaniciones en sus inciertos peregrinajes.
Va el llamado a la comunidad pensante, profesionales, hombres de letras, a las nuevas generaciones para que en un momento de “La Semana de Cañete” “miren” los viajes de los esclavos, “escuchen” sus gritos de dolor ante los maltratos y torturas; y se adentren en sus visiones y ansiedades vividas como personas humanas en esas interminables horas vividas; y así, mentalizar con sentimientos de rechazo a acciones que en la humanidad no deben repetirse.
Como lo expresé el día que dicte una conferencia en Cañete sobre este tema, sigo considerando que ha llegado el momento de la reparación histórica y moral de ese crimen de lesa humanidad. Las nuevas generaciones deben saber con el realismo histórico del caso, de este genocidio que rodeó a ese período de la infame trata de esclavos.
Cañete tiene algo tan hermoso que muchos pueblos hoy quisieran tenerlo: la negrura hecha arte, expresión de canto y ritmos, pero nos falta ilustración, crear la negritud.
Que cuando hablo del negro, no se tome la expresión en sentido peyorativo, dado que lo explicitamos porque así se designa al grupo humano cuya piel es oscura a toda vista. Que jamás usamos el término “negroide” porque esa palabra es un término propio de la antropología clásica racista.

EL DIA INTERNACIONAL DEL RECUERDO DE LA TRATA DE ESCLAVOS Y SU ABOLICION
La trata de esclavos que no sólo trastornó la vida de millones de personas que violentamente fueron arrancados de sus comarcas y “ deportadas” o desplazadas en las condiciones que hemos anotado, dió lugar a intercambios culturales que en el tiempo han influido de manera profunda en las costumbres y creencias de muchos pueblos americanos y cada cual, ahora con típicas expresiones.
Eso tiene un valor inapreciable, pero aún sigue siendo incomprendido en su verdadera magnitud.-

Por: Dr. Antonio Ruiz Tovar
Wisconsin - EE.UU.
Wisconsin Verano 2006 USA.

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