Una historia: hubo alguna vez dos mujeres distantes en el tiempo. Aquella acurrucaba a su niño entre sus brazos y con cuentos entre sueños lo hacia dormir cada noche; ésta abrazaba al hombre y lo cobijaba también ante la adversidad. Aquella le enseñó a rezar y respetar a Díos; ésta le enseñó a creer en sí y con esa fe a salir adelante. Aquella le enseñaba diariamente la dedicación de una mujer para con su hogar; ésta le confirmó que efectivamente aquella no estaba equivocada. Aquella se sacrificó en cuerpo y alma por la salud de un niño enfermo y tal vez debido a ello también enfermó después; ésta fortaleció al hombre en cuerpo y alma con su amor. Las dos en algún momento de sus vidas se conocieron por pocas semanas y todo hace parecer que fue sólo para entregarse la posta de cuidar a la misma persona. Esas dos mujeres fueron y son mi madre y mi esposa.¡FELIZ DIA DE LA MUJER!
José López Ch.
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