Jean Polo Martel. LA REPUBLICA
Pese a que el gobierno y el consorcio Perú LNG lo niega, el gas de Camisea sí iría a Chile. Esta presunción viene tomando mayor fuerza entre los expertos mientras las autoridades la niegan cada vez que tienen oportunidad.
Y es que tras la inauguración de la planta de licuefacción de gas en pampa Melchorita, cuya operación está a cargo del consorcio Perú LNG, el circuito que seguiría el hidrocarburo hasta Chile estará completo y comercializándose a precios muy inferiores a los vigentes en el mercado mundial.
Una mirada al mapa
Para dar cuenta de ello, bastaría echar un vistazo a las diversas plantas de tratamiento del hidrocarburo (propiedades de Repsol y BGroup) en América Latina y distinguir la ubicación estratégica de Melchorita para los chilenos debido a su cercanía, como lo señaló el experto Manuel Dammert, en base a un estudio que fue expuesto el viernes en el Congreso de la República.
“Repsol y BGroup cuentan con dos plantas de licuefacción de gas en Sudamérica para abastecer el mercado de Chile y Argentina; la de Trinidad y Tobago y la del Perú. El destino del gas licuefactado también está definido pues BGroup, al tener la exclusividad para abastecer las plantas de regasificación de Chile, ya cuenta con buques metaneros en las costas del Perú y Trinidad y Tobago.
Por factores de distancia, Chile preferirá comprar gas licuefactado del Perú y de ese modo el gas terminará en ese mercado y no en el de México”, señaló Dammert quien agregó que el consorcio realizará dicho canje en altamar y optará por exportar gas al mercado mapochino debido a los altos precios que allí se manejan.
Sobreganancias del consorcio
Precisamente son estos precios otro de los indicadores que favorecen la venta de gas a Chile para el consorcio exportador.
De acuerdo al contrato de exportación del gas de Camisea, para México se fijó el precio de venta a US$ 4 el millón de BTU. Sin embargo, en Chile se maneja el precio de US$ 10 el millón de BTU y en Argentina alcanza los US$ 15 el millón de BTU, como lo asegura Dammert.
“El especialista de la universidad de Utah (EEUU), Jorge Manrique Prieto, hace un aproximado de lo que el Perú dejará de percibir por las ventas de gas y las sobreganancias del consorcio. Según Prieto, cada barco que transporte gas a México venderá su carga a US$ 16’077,000 pero en Chile lo hará a US$ 42’606,000. Nótese la gran diferencia. Finalmente, restando el pago de regalías al Estado peruano, en los 18 años que durará el contrato de exportación, el consorcio exportador tendrá sobreutilidades que ascenderán a los US$ 30 mil millones. “Es sin duda la más grande megacorrupción de la historia del Perú”, advierte Dammert.
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