Los damnificados del terremoto del 15 de agosto de 2007 continúan presentando cuadros de ansiedad a consecuencia del devastador fenómeno, sostuvo Maritza Díaz, responsable de la Estrategia Sanitaria de Salud Mental de la Diresa de Ica.Explicó que si bien desde un inicio se trabajó en la atención psicológica de los afectados, con capacitación previa al personal de Salud, las réplicas del fuerte sismo y los temblores registrados últimamente crean zozobra entre los pobladores.
“Hemos avanzado en los tratamientos post traumáticos pero los sismos que se han presentado ocasionan una situación de pavor, pues creen que puede ser de la magnitud del terremoto”, declaró.
La especialista señaló también que los casos de violencia familiar han experimentado un crecimiento, producto de la referida ansiedad, generada, a su vez, por las condiciones en que han pasado a vivir.
“Antes la familia tenía mayor espacio, ahora hay familias que deben convivir en un solo cuarto. La dinámica funcional de la familia se ha visto afectada, y eso se ve con los casos de violencia que se reportan”, indicó.
Consideró también que, al no observar que físicamente el proceso de reconstrucción avanza con obras concretas, el ánimo de los damnificados se resiente.
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