Aproximadamente a las 9:45 am. de ayer, un sujeto que responde al nombre de Félix Máximo Cabello Rivadeneyra (30), ultrajó a la menor de iniciales I.M.E. quien, había acudido al domicilio del citado individuo ubicado en el Asentamiento Humano Asunción 8, Mz. Z Lote 6, con la finalidad de recibir clases de matemáticas, mientras su madre enferma hacía las labores del hogar y su padre, un humilde obrero había salido en busca de trabajo. Una vecina al parecer alertada por el llanto de la niña que se quejaba de dolor, dio aviso de inmediato a la madre de ésta y llamó a seguridad ciudadana de Imperial, cuyos agentes se movilizaron a bordo de la unidad vehicular de placa de rodaje PQX111, los mismos que al llegar al domicilio del agresor, lo encontraron en paños menores y a la niña sangrando y llorando, procediendo de inmediato a trasladarlo mientras que la madre intentaba tomar justicia por sus manos, en medio del rencor y la angustia de ver a su hija ultrajada.
Los serenos al mando de su Jefe de Seguridad Alfredo Farfán Godefroy, redujeron al depravado y lo llevaron hacia la Comisaría de Imperial en donde fue detenido en medio de la desesperación de los padres de la infanta, quienes en todo momento –como es lógico- mostraron su indignación.
Visiblemente mareado y sin dar la cara que intentaba cubrir, el maleante se agazapó cerca de una de las puertas de una de las oficinas al interior de la estación policial, mientras que los efectivos contenían a la progenitora que de alguna forma buscaba que seguir agrediendo al malhechor.
Posteriormente, éste fue llevado hacia la oficina de interrogatorios en donde le tomaban la manifestación y hacían el atestado pertinente, esperando la llegada del representante de la Fiscalía de turno para las diligencias de ley.
Los serenos trasladaron a la pequeña hacia el médico legista, en donde, ordenaron que fuera llevada a un nosocomio, por la gravedad de su estado.
Promediando las 12:30 pm. los miembros del Ministerio Público, se hicieron presentes contando con médicos legistas para ver al degenerado y realizar las instructivas legales y seguir con el curso de las investigaciones.
Este hecho que ha conmocionado a todo el distrito imperialino, ha sido uno de los tantos que –lamentablemente- se han venido dando en la provincia de Cañete, en donde individuos de baja calaña cometen sus fechorías, sin importarle para nada, la edad y condición física de las personas que atacan sin piedad.
La población ha exigido que se castigue con todo el peso de la ley al que ahora llaman “el maldito de Asunción 8” y quien sería parte de una comunidad religiosa. (PERCAS)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario